Los principales cultivos de primavera en nuestro país empleados para forraje son: el trigo, cebada, avena y Ray-grass.
Y entre estos cultivos son los cereales los que presentan nuestro mayor reto. El cual consiste en reducir la contaminación por micotoxinas, antes o después de su cosecha.
Eso significa que debemos actuar eficazmente ante las principales micotoxinas que afectan a la producción de estos cereales que suelen ser el DON y ZEN.
Y ya sabemos, que estas micotoxinas son capaces de contaminar todo tipo de materias primas y causar importantes daños en los animales traduciéndose en pérdidas económicas para el ganadero.
La contaminación por hongos y bacterias implica una serie de problemas que afecta la calidad del alimento y la salud de los animales, comprometiendo la productividad de las explotaciones ganaderas. Por este motivo, tenemos soluciones que promueven a la agricultura sostenible.
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